martes, 15 de junio de 2010

Lugares comunes

Una noche dije, “tal vez no vuelva a vivir nunca con mi hijo”, y una mujer respondió “bueno, pero no dramatices”… dedicado a esa idiota…


En el árido lugar que antes todo tenia palabras,
y ahora se amuebla de códigos, leyes y ambición,
en ese lugar estúpido que decidí ser,
que no tiene reproches, ni pasión,
donde las caricias son una técnica,
donde los besos son piedad,
En un lugar que puso púas en las fronteras,
que cerró las puertas a los fantasmas,
a los recuerdos, a los padres, a los miedos,
En este lugar lejos de todo lo que amo,
mi Facu, mi Neri, Lorena,
el Seba, mi Toto, Carito,
de kilómetros y vacíos y decepciones y errores,
Un lugar que en días nublados es invivible,
como un cementerio en un bosque europeo y medieval,
yo le podo los árboles, y le pulo las lápidas,
y le siembro jazmines y amapolas y siempre vivas,
y naranjos, y manzanos y ciruelos,
porque todavía espero…
porque cada veinte o treinta días
sale mi sol de ojos celestes,
y cueste lo que cueste,
yo sonrío, y vivo, y juego,
y todavía espero…
aunque se que hace treinta años que espero,
regresos que nunca ocurrieron,
o que llegaron mal y tarde,
pero espero en mi prisión de distancia,
en este lugar, que no es “mi último bosque”,
en el que haré con mis manos una cabaña,
de madera y piedra y luz,
y cortaré leña con mi hacha,
para cuando llegue la nieve,
y cocinaré mermeladas y licores,
y budines y noquis y pan,
y te guardaré mis libros y mis discos,
y las fotos y los cuadros,
y buscaré un perro, un gran perro, León,
y un gato llamado Emilio,
y pondré el cuadro del mar
que pintó tu madre,
del lugar donde la amé tantas noches,
y esa foto del Che,
en la que está viendo otro mundo,
y la música de la Cantilo y Charly,
y tu patineta y tu gomera,
y todos tus sueños, tus juguetes y tus juegos,
porque aún espero…


… porque aún espero que vuelvas…

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